El presidente electo no esperó a llegar a la Casa Blanca para evidenciar el alcance de la política proteccionista que impondrá en su gestión, con los aranceles como un martillo para quebrar competidores
El presidente electo no esperó a llegar a la Casa Blanca para evidenciar el alcance de la política proteccionista que impondrá en su gestión, con los aranceles como un martillo para quebrar competidores